miércoles, 15 de octubre de 2014

Quiero reencontrar esas personas...



Todos sabemos perfectamente la gente que nos quiere, que nos respeta y que nos ayuda cada día. Nuestros familiares más cercanos, los amigos de toda la vida, los profesionales con los que compartes tu trabajo. A poco que seas bien nacido, y por tanto, agradecido, es fácil corresponder a estas personas, devolverles ese cariño, esa ayuda, ese consejo, porque tarde o temprano la cercanía te brinda una oportunidad.

Pero hoy no quiero escribir sobre esas personas. Hoy me quiero acordar de las que han estado cerca de ti durante un tiempo pero la vida y el destino las han puesto un poco más lejos. Antiguos profesores, amigos que hace años que no ves porque se fueron a vivir a otra ciudad, compañeros de trabajo con los que te reías todos los días y que salieron de tu vida en el instante en que uno de los dos cambió de empresa. 

Nos vamos haciendo mayores y la nostalgia comienza a acompañarnos un poco más cada día. Tu corazón, que se va haciendo mayor, necesita nuevas dosis de juventud y alegría. Te invito a que experimentes el gustazo que es reencontrar.  

¿Sabes lo fácil que es encontrar a alguien hoy en día con las redes sociales y las nuevas tecnologías? Solo tienes que acordarte de su nombre y un poco de suerte. Si no lo encuentras directamente, puede que lo hagas a través de un amigo común.   

Antiguos alumnos del colegio, tu primera amiga del alma, compañeros de facultad, los miembros del equipo de baloncesto en el que jugabas de pequeña, el batería del grupo de rock que formaste con 17 años y con el que estabas listo para comerte el mundo, esa pandilla "verano azul" que todos hemos tenido algún verano... pon tú el lugar y el grupo.. y busca. Están en algún sitio, esperando que vuelvas a aparecer. 

Es jugar a detectives. Si no lo tienes localizado, busca su nombre en las principales redes sociales, si no hay suerte, busca amigos comunes, o en grupos de redes sociales con sus intereses. Puede que no encuentres a quien buscabas, pero puede que si encuentres a otra persona, de la que ni siquiera te acuerdas ahora, pero que estuvo allí, contigo, durante un tiempo. 

Te contarán como les ha ido la vida, cuantos hijos o nietos tienen, cuantas veces se casaron, en qué trabajan. Te has perdido muchos años de su vida, pero es fácil ponerse al día. Preguntar y escuchar. Escuchar para entender y conocer. 

La nostalgia no es mala, si convive con la ilusión por vivir el futuro. 

Mucha nostalgia, puede ser. Pero mucho peor es enterarse de que alguien se ha ido para siempre, sin haber compartido una sonrisa más.  

2 comentarios:

  1. A veces, solo es proponérselo.

    Besos

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    1. a veces, tristemente hace falta perder a alguien para darse cuenta y acercarse a los que siguen aqui

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