Hoy me envuelve una pregunta que viene y viene una y otra vez. Exactamente, ¿De qué película de miedo se ha escapado el Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid?
No quiero volver a contar los detalles de una historia que ya todos sabemos y seguimos al minuto. Me pregunto tan sólo cual es el nivel de humanidad de este señor.
En la página de la Comunidad de Madrid encontramos esto:
Francisco Javier Rodríguez Rodríguez
Madrid, 21 de octubre de 1943 Licenciado en Medicina y Cirugía. Doctor en Medicina y Cirugía. Médico Especialista de Medicina Interna. Médico Especialista de Nefrología. Catedrático de Patología General de la Facultad de Medicina Complutense. Vicedecano de la Facultad de Medicina. Jefe de la Unidad de Hipertensión del Hospital General Universitario Gregorio Marañón.
En principio parece un buen perfil para el puesto. Pero claro, la verdadera capacidad para un trabajo se comprueba en los malos momentos.
- Este señor debería haber sabido si existía en Madrid un lugar adecuado para tratar a enfermos con ébola.
- Este señor debería haber sabido si teníamos personal especialmente preparado y entrenado en el trato con este tipo de enfermos antes de traer enfermos con ébola.
- Este señor debería haber sabido si esas personas saben o no quitarse el traje.
- Este señor debería haber preparado un protocolo para que, en caso de que alguna de las personas que trataron a los sacerdotes se sintiera mal, acudieran a un centro especializado de referencia, no a su hospital habitual.
- Este señor debería haber organizado para que todo el personal sanitario que estuvo en contacto con los sacerdotes se tomara la temperatura dos veces al día y lo reportara de manera oficial, que no salieran de viaje en un plazo concreto y que, por ejemplo, no acudieran a lugares públicos masivos y muchas cosas más que seguro son de lógica aplastante para cualquier profesional.
Y si todo eso no existía, quizá este señor tendría que haberse negado a repatriar a los sacerdotes.
Este señor debería evitar que se estén llamando a sanitarios en paro para realizar un trabajo que los profesionales con puesto fijo no quieren realizar. Pero que no quieren realizar porque no están preparados, y si no están preparados los profesionales habituales, ¿como lo van a estar los eventuales elegidos de la bolsa de empleo para sustituciones de verano y maternidad?
Pero sobre todo, este señor nos tiene que enseñar a ponerse y quitarse el traje.
Este señor debería demostrar que no es necesario un master.
Y ya que lo tiene puesto, que se vaya él a cuidar a Teresa. Ya que lo tiene puesto, que se quede allí cuidándola. O encargarse de comprobar que todos los que tienen valor para entrar a cuidarla se quitan y se ponen el traje adecuadamente.
Porque de Consejero de Sanidad, me parece que no le queremos.
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