martes, 12 de junio de 2012

No quiero tanto dinero

El viernes pasado fui como es habitual a la administración de Loterias a comprar el boleto para el sorteo de los euromillones. Por si el lector no lo sabe, es una lotería en la que participan varios países europeos, por lo que el importe de los premios es astronómico, siempre de varios millones de euros, al menos 15 millones, total nada.

De la misma manera, estadísticamente es inversamente proporcional la ínfinitésima posibilidad de que te pueda tocar el premio. Pero ya sabes, tú ves la cifra en el cartel, la pasión se desata y nadie piensa que es imposible que te toque. Yo el primero, que conste.

Sin embargo el viernes tuve una sensación extraña, que nunca había tenido, y que me gustaría compartir. Resulta que el premio era de 155 millones de euros. Una auténtica barbaridad. El premio finalmente se repartió entre dos acertantes, ninguno español, que se llevaron cada uno algo más de 77 millones de euros. Enhorabuena. No da para salvar una caja de ahorros española, pero tienen su miga.

A lo que voy. Al salir de la administración de Loterías tuve la extraña sensación de no estar muy seguro de querer que me tocara el premio. Según andaba por la acera pensaba "yo no quiero tanto dinero". Era un pensamiento sincero, de esos que salen del corazón aunque no lo entiendas.

Imaginese usted que le toquen 155 millones de euros de un día para otro. ¿Sería usted la misma persona? ¿Sería mejor? ¿Sería peor?

Cada uno se hace sus cuentas, sobre todo si eres pobre. A mi con 10 millones de euros me sobran. Vamos a ver. Tengo 43 años. Digo yo que tengo una esperanza de vida de otros 40 años. Me parece a mi que con unos 50.000 euros al año se vive bien... pues con unos 2 millones la cosa está cubierta. Pongamos el doble para viajes a Marbella y dietas... y para quitarnos la hipoteca. Y otros 5 millones para imprevistos... y ya tengo bastante.

¿Para que quiero los otros 145 millones? Pensarán muchos que soy idiota o que tengo mentalidad de pobre. Puede ser.

En mi cuento de la lechera tengo pensado que si me toca la lotería no se lo contaría a nadie. Y cuando digo a nadie, es a nadie. Tanto dinero vuelve a la gente avariciosa, egoista... y no sabría si me quieren por mi dinero o por lo que soy, como hasta ahora. Un topicazo, ya lo sé, pero ponganse en mi lugar.

Además, imagínense la alegría y sorpresa de mis herederos...¡¡¡¡ Todo el mundo bailando alrededor de las velas y las coronas, alzando los brazos y brindando con champan. (como si les hubiera tocado la Loteria)

Finalmente no me tocó. Que pena. Tenía yo curiosidad por saber que hacer con los otros 145 millones. Se podría ayudar a tanta gente.

1 comentario:

  1. Ramón, estás perdiendo pasta como columnista, me encanta como escribes.

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