miércoles, 22 de agosto de 2012

Sorpresas te da la vida


Hace unos dias quedé a comer con una de las dos personas de las que, hasta ahora, más he aprendido profesionalmente en mi vida.

Aprendí trabajo, aprendí constancia, aprendí el gusto por la excelencia y por los detalles y aprendí, en resumen, que las cosas se deben hacer siempre bien, y eso incluye tres conceptos: "hacerlas", "siempre", "bien".
  • No vale no hacerlas.
  • No vale no hacerlas siempre que sea necesario.
  • No vale hacerlas mal.
Con esa enseñanza estaré siempre agradecido. 

Quedé a comer para darnos unos abrazos y para enseñarle mi nuevo proyecto. Y al poco de estar sentados, apenás unos minutos, me dijo una frase que jamás habría pensado escuchar de su boca. "Joder, Ramón, llevo cinco minutos contigo y ya me has dato tres ideas estupendas para copiar".

Como tantas veces delante de esta persona me quedé un poco sin saber que decir. Imaginese el lector que quien te lo ha enseñado todo va  y te dice que en cinco minutos le has enseñado tres cosas que le gustan y que se las guarda para usarlas.

El aval de esta persona para mi siempre ha sido criterio. Trabaja hasta el aburrimiento. Y cuando uno trabaja mucho, tiene muchas más oportunidades de equivocarse. Eso no le pasa al que no trabaja, que casi nunca se equivoca. Pero cuando alguien trabaja tanto, todos los dias, toma tantas decisiones arriesgadas y ves que en muchos años solo le has visto equivocarse en un par de ocasiones, es por algo.

Su respuesta siempre era "tienes que tener criterio". Es decir, las cosas se deciden no por intuición, por aburramiento o porque te las mandan. Las decisiones se toman en base a argumentos, ideas y objetivos a cumplir. Esto es muy fácil decirlo, pero aplicarlo constantemente en el día a día, es mucho más complicado.

La vida me dió una sorpresa aquel día. Conseguí despertar su curiosidad y me dijo algo muy positivo para mi trabajo y mi proyecto. Un buen empujón de ilusión con la que está cayendo.

Gracias

No hay comentarios:

Publicar un comentario