Hace unos dias quedé a comer con una de las dos personas de las que, hasta ahora, más he aprendido profesionalmente en mi vida.
Aprendí trabajo, aprendí constancia, aprendí el gusto por la excelencia y por los detalles y aprendí, en resumen, que las cosas se deben hacer siempre bien, y eso incluye tres conceptos: "hacerlas", "siempre", "bien".
- No vale no hacerlas.
- No vale no hacerlas siempre que sea necesario.
- No vale hacerlas mal.
Con esa enseñanza estaré siempre agradecido.
Quedé a comer para darnos unos abrazos y para enseñarle mi nuevo proyecto. Y al poco de estar sentados, apenás unos minutos, me dijo una frase que jamás habría pensado escuchar de su boca. "Joder, Ramón, llevo cinco minutos contigo y ya me has dato tres ideas estupendas para copiar".
Como tantas veces delante de esta persona me quedé un poco sin saber que decir. Imaginese el lector que quien te lo ha enseñado todo va y te dice que en cinco minutos le has enseñado tres cosas que le gustan y que se las guarda para usarlas.
El aval de esta persona para mi siempre ha sido criterio. Trabaja hasta el aburrimiento. Y cuando uno trabaja mucho, tiene muchas más oportunidades de equivocarse. Eso no le pasa al que no trabaja, que casi nunca se equivoca. Pero cuando alguien trabaja tanto, todos los dias, toma tantas decisiones arriesgadas y ves que en muchos años solo le has visto equivocarse en un par de ocasiones, es por algo.
Su respuesta siempre era "tienes que tener criterio". Es decir, las cosas se deciden no por intuición, por aburramiento o porque te las mandan. Las decisiones se toman en base a argumentos, ideas y objetivos a cumplir. Esto es muy fácil decirlo, pero aplicarlo constantemente en el día a día, es mucho más complicado.
La vida me dió una sorpresa aquel día. Conseguí despertar su curiosidad y me dijo algo muy positivo para mi trabajo y mi proyecto. Un buen empujón de ilusión con la que está cayendo.
Gracias
Este verano hemos sido informados a través de los medios de un problema de cierta importancia en un número determinado de cosmeticos de la marca blanca de Mercadona.
Confesaré que seguí el tema con cierta atención personal, dado que en casa usamos bastante este genero, y yo especialmente uso algunos de sus productos, a saber... exfoliante facial, jabón de ese que te deja la cara estirada, colutorio, desodorante... Dirán los que me conocen que tales productos no deben ser muy efectivos, dado mi lamentable aspecto. Yo me pregunto, sin embargo, como sería mi aspecto si no los usara...
Pero vamos a lo que me interesa. Esta crisis ha sido una crisis "yo me lo guiso, yo me lo como" que hasta ahora es para darle un 10 a los responsables de comunicación de la cadena. Lo cuento de modo esquemático:
- Es la propia cadena la que informa de que 10 productos pueden ser cancerigenos.
- Se dan los nombres de los 10 productos.
- Se dice que el problema es que estos 10 productos son los que contienen dos tipos de ingredientes que, combinados, pueden producir una tercera sustancia, que, a veces, puede resultar cancerigena.
- La cadena informa que ya ha retirado todos los productos y que...¡ya tiene a la venta los mismos productos con una nueva formulación completamente a pruebas de microscopios¡¡¡
- Y por si acaso, todo esto pasa en agosto, un mes en el que estamos todos un poco a otras cosas
Evidentemente, esto no es producto de una casualidad ni de la improvisación. Los responsables de la cadena han tenido en cuenta una serie de variables y han diseñado una estrategia que, hasta ahora, les ha dado un gran resultado y que debía obedecer a los siguientes objetivos:
- Informar con transparencia de lo que sucedía
- No crear alarma entre los clientes y población en general
- Dar ellos mismos la solución al problema de manera inmediata, e
- No rebajar el nivel de confianza de los clientes con los productos "marca blanca" de Mercadona
- Demostrar que la cadena se preocupa por la calidad de sus productos y por la salud y bienestar de sus clientes
¿Lo han conseguido?